miércoles, 14 de septiembre de 2011

Don't let it end


Olor a tabaco y tristeza, con los dedos temblorosos y la mirada perdida, sin ganas de ver a nadie y con la que pareciera ser una eterna lucha contra el espejo, es ese miedo de ver mi reflejo, de ver en qué me convertí. Y duele.

Duele mucho, sin embargo sé que el dolor es pasajero, pero todo lo bello que vivimos es para siempre. Todos los momentos, todas las risas, las miradas, abrazos, besos, las inmensas ganas de ser de ti y que tú seas mío. Duele, no puedo decir que no, pero podría pasar por esto las veces que fuera necesario de saber que volveríamos a vivir lo nuestro otra vez, no cambiaría la felicidad que me regalaste por un poco de bienestar ahora.

Sanaré, lo sé mas no digo que te olvide, fuiste, eres y seguirás siendo una de las personas más importantes de mi vida, la que dejó huella, el primero en todos los sentidos.

Te amo.