domingo, 18 de noviembre de 2012

Hope.

Nunca pensé que volvería a sentir que mis piernas son de papel, que las rodillas me suenan como maracas solo por saber que me mirabas. Me veía en tus pupilas y la luna menguaba para sonreírnos, buscabas un pretexto para tomar mi mano. Mientras el pulso se me aceleraba, ya no era BUM BUM, sino que zumbaba.

Contenía el aire con tu rostro cerca del mío, moría de miedo de que se escapara algún suspiro, alguna mirada reveladora que diera paso a la emoción, esa montaña rusa en el estómago y las manos frías, nerviosas, desobedientes. Observaba tu cara, las perlas blancas que forman tu sonrisa, el dulce tono de tus labios y dentro de mí bailaba con la melodía de tu voz.

Te acercaste y mi mente gritaba "No te vayas sin besarme hasta los huesos", pero me acobardé y evadí el momento. Sellaste la velada con un beso ligero, en las comisuras de mis labios. Dicen que ya era momento, que lo merezco, que será bueno. Dicen que tiene un nombre, que vivo en sus adentros, que lo desperté a vivir. Todos ponen en el su confianza, yo espero, yo creo, yo siento; ya lo he llamado "esperanza".

Vagaba sin rumbo siguiendo el olor de tu ropa, fantaseaba con la miel de tus dorados cabellos. Me he vuelto infinita agotando tu recuerdo; y ya no pude encontrarme, sigo perdida en tus ojos...