miércoles, 25 de mayo de 2011

BYE :)


Ha llegado el momento de confesarte que mi responsabilidad como amiga termina justo en el momento en que depositas en mi todo tu dolor. Llega a mi vida, a mi instante, la necesidad de serte honesta. De decirte que debes vivir por ti misma tu tristeza, tu miedo, tu odio, tu rencor y tu alegría, todo vívelo por ti y a través de ti. Deja de usarme, deja de usarnos como un deposito emocional. Al igual que tú, siento. Y me he cansado de tener que sentir tu vida. Suéltame, porque yo ya te solté, de ahora en adelante se trata de mi y justo debo decirte que no te necesito aquí. Ni tu compasión, ni tu chantaje. Ni esa mala amistad que ni siquiera logras ofrecer.

Ha pasado ya casi un año de que tome la decisión de por mi bien, alejarme de ti y de ustedes. Por amor propio, por esa razón las aleje de mi vida. Gracias a una decisión efímera y a un arrebato de ira, comprendí que la amistad comprende mucho más de lo que alguna vez llegué a imaginar, entendí que la distancia no acaba con el cariño que nace del corazón y que cuando se es real y sincero se esta ahí siempre, en mente y alma. Porque buenas o malas mis decisiones, me han traído aquí y mi presente es este.

2 comentarios:

  1. Es como toda relación enfermiza que se tiene que cortar de raíz para que no haga mas daño... una amistad tiene su buenos momentos y sus malos momento, como en todo, nada puede ser perfecto, tiene que haber un equilibrio; pero cuando la balanza se inclina mas a un lado es porque algo no anda muy bien.

    Me gusta como escribes :D

    ResponderEliminar
  2. Oh Jesús! de la Veracruz, que intenso... jaja pues... si, suele pasar, en fin, sabes que siempre estare para ti mi cariñoo :) que bonito es tener tu amistad, te quiero demasiado pequeña!

    ResponderEliminar