domingo, 1 de abril de 2012

Aunque la luna deje de brillar.

Aunque la luna deje de brillar y del cielo se apague todo rastro de luz, aunque las noches se tornen tan oscuras que apenas alcancemos a ver la punta de nuestra nariz al buscar un espejo, aunque los amantes pierdan el miedo a ser vistos y los de corazón herido se sientan inconsolables al no tener a quién elevar una plegaria, aunque el abismo consuma nuestro ser y las penumbras se burlen de la luna... Aquí estaré.

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