miércoles, 4 de marzo de 2015

...

Ven, dame un beso que sepa a desesperación, a inmensas ganas. Bésame con un "te extrañé tanto" en la punta de tu lengua y poco a poco húndete en mi boca; respira mi aire, mi perfume, lame mi cuello.

Acércate, besa mis clavículas y clava las yemas de tus dedos en mi espalda, en mi nuca. Acaricia mi cintura, mis senos. Apasiónate.

Siente mi piel que arde bajo tus manos frías y desnúdame desde dentro, desnúdame desde el alma hasta el cuerpo y el aura. Mírame, contémplame, piérdete en cada arruga, cada poro, cada perfecta imperfección, en el olor de mi piel y mi respiración agitada.

Encuéntrate en mi. Sé suave, pero seguro y lléname de tus matices, de tu inmensa ternura y frenética pasión. Lléname. Destrúyeme. Elévame. Tómame.

Y luego déjame hacer lo mismo contigo.


martes, 14 de octubre de 2014

Los tres.

Hoy que la muerte está tan presente
que siento los recuerdos gritándome al oído
que se me secaron las cervezas en los labios,
las cervezas que no nos tomamos.

Las palabras que no nos dijimos,
la fuerza que no pudimos darnos,
el calor de un abrazo que nunca estuvo
y no estará.

Ve libre, sé libre por mí,
vuela alto y huye de esta penumbra,
vuela alto y vuelve rápido
a donde todos te jalan.

Agigántate mientras me encojo
golpéate mientras lloro
descúbrete mientras me doy cuenta
que ya no estarás más aquí.

Hoy son tres los que danzan en el cielo
la canción que nunca acaba de sonar,
tres caballeros que jugaron a no envejecer,
a no apagarse en ceniza gris.

Tres veces duele.
Tres veces extraña.
Tres veces luto.
Tres veces sangra.

jueves, 7 de agosto de 2014

¿Qué tengo que hacer antes de morir?

Poner las manos en alto y esperar el disparo directo a la frente.
Bajar de peso.
Comer mejor.
Comer peor.
No comer.
Hacer ejercicio.
Masturbarme menos.
No ver porno.
Parar de idealizar a los amantes.
Parar de idealizar las relaciones.
Dejar de fantasear sobre asesinar a mi madre.
Asesinar a mi madre.
Comerme una cucaracha.
Beber más aguardiente.
Hacer alguna broma con sangre menstrual.
Endulzar el té con chocolate.
Gritar un poema desde el kiosco más alto de la ciudad.
Leer más.
Escribir más.
Criticarme menos.
Dejar de rascarme hasta hacerme sangrar.
Dejar de arrancarme los pellejos de los dedos.
Hacer llorar a un bebé, sin tocarlo.
Asustar a mi primo más pequeño.
Darle un juguete a mi primo más pequeño.
Vestir de forma ridícula.
Dejar de pellizcarme la nuca.
Correr en círculos.
Recostarme todo un día en la plaza principal.
Llorar menos.
Ser más neutral.
Agregar más puntos a la lista.
No suicidarme hoy.
No suicidarme hoy.
No suicidarme hoy.

sábado, 2 de agosto de 2014

Microcuento para dormir.

Era una vez una niña con cabello de algodón, labios de rubí y piel de cristales de colores, que bailaba todos los días en la plaza de su pueblo, para que todos vieran su piel de vitral, un día conoció a un niño de piedra y se enamoró de él. Cada vez que se abrazaban la piel de cristales se rompía un poco y el niño de piedra se lastimaba por la erosión... Tras su relación sólo quedaron pedazos de la niña, y el diamante que su amor ayudó a pulir.

viernes, 22 de noviembre de 2013

Huele a muerte.

Huele a muerte.
El día sabe a labios resecos, a boca sucia, a dolor de garganta y a voz afónica por tanto gritar, gritarle a un Dios que no existe por robar un alma sin avisar.
Huele a muerte.
Avanzan las horas y todo se siente como lágrimas frías cortando los ojos, mojando la piel, cada minuto se siente como uñas clavadas en las mejillas, como manos que tiemblan y estallan en un golpeteo inerte contra uno mismo.
Huele a muerte.
Se impregna el sabor insoportablemente dulce de la sangre que brota de mi labio inferior, que avanza y gotea por mi barbilla y cae al piso y de pronto se tiñe todo de rojo a cada paso que doy.
Huele a muerte.
Veo mi reflejo borroso en el espejo, mientras espero a que algo pase en lo oscuro de la habitación, abro los ojos como platos, tratando de ver algo que no estará, busco tu reflejo y susurro tu nombre una, dos, tres, diez veces, más rasguños se me marcan en el cuerpo y veo a la razón huir y perderse en la oscuridad.
Huele a muerte.
Azoto mi cuerpo contra las paredes para pintarlas de rojo, para cortar el delgado hilo de cordura que quedaba en mí, no como, no bebo, no me aparto de lo putrefacto y no puedo dormir.
Huele a muerte, huele a dolor, huele a pérdida, huele a ti.


lunes, 23 de septiembre de 2013

Noche.

Domingo, 7:48 p.m.
Es esa época del año en que la luz se va antes de las siete, fumo un faro tras otro y trato constantemente de evitar  mi reflejo en el vaso de whisky que se pasea entre mis manos, rompiéndome las sienes y taladrándome la mente con el chicle desabrido que he masticado por tres horas. Hablar de lágrimas sería dar demasiada vida a lo lúgubre de mi situación, no porque no esté llorando, de hecho lo hago sin parar; sino porque al parecer he desarrollado la capacidad de llorar lejía, sin líquido, doloroso, ardiente al grado de volverme yagas la piel.

Aún domingo, 11:11 p.m.
"Lee mis labios", digo frente al espejo; "Ya no me dueles, artista barato, ya no te extraño".

Lunes, 2:54 a.m.
Tengo adormilados los dedos de las manos, hay sangre en mis nudillos y casi puedo ver el hueso brotando del dedo medio. Ya no hay espejos, no hay en el baño ni en mi habitación, no hay ningún vidrio ileso en la casa, camino por un pasillo sosteniéndome la cabeza entre las manos, a ciegas, no hay más luz que la de la luna entrando por la única ventana que dejé sin protección, por si algún día tenía ganas de saltar del quinto piso en el que vivo, casualmente el vidrio también está roto, como todo a mi alrededor; es como todas esas veces en que deseé morir, solo que aún estaba con vida, y eso me hacía ansiar con más ganas querer llegar a la luz, a la ventana.

Un lunes ya sin luna, mismo día, 3:18 a.m.
Estoy sentada en el marco de la ventana, con pedazos de vidrio encajados en mi trasero, la botella de whisky entre mis piernas, un faro a medio fumar en la boca y un trozo de espejo en mis manos heridas. He decidido soltar todo y dejarme ir, regalarle al artista un último lienzo, pálido, con cierta textura indescifrable, uno en el que cualquier color vibre; como vibra el cielo iluminado en una tormenta eléctrica. He comenzado a cortar la piel de mis antebrazos, de mis piernas; no quiero morir, así que hago cortes a penas tan profundos como para desprender los rectángulos de piel a tirones, duele infiernos, pero el whisky me adormece después de uno o dos minutos de estar gritando como si quisiera deshacerme las cuerdas vocales. Voy a hacerte un lienzo con lo único que te gustó de mí.
Puedo ver el músculo al rojo vivo palpitando, ardiendo, secándose y sangrando a chorros. Río para mis adentros, me carcajeo en silencio mientras mis ojos liberan agua salada que hace que mis mejillas ardan tanto o más que mi carne sin piel, sangro y de pronto todo se oscurece dentro de mis párpados; siento una caída, pasan unos segundos y sigo cayendo, estiro las manos tratando de aferrarme al borde de mi ventana, pero por alguna razón ya no está ahí. Un fuerte golpe en la nuca, seis minutos de shock y de repente todo se vuelve luces... ¿Ya amaneció?

Lunes fluorescente, luz artificial, 04:50 a.m.
En camilla al quirófano, inmóvil.

martes, 17 de septiembre de 2013

Ella abrió sus piernas al ritmo de algún preludio, de algún pianista cuyo nombre ya olvidé;
se deshizo de su ropa sin pensarlo dos veces y dijo "quédate".
La dama en cuestión se limpió con las manos las lágrimas de las mejillas mugrientas
y se secó las manos en un sucio delantal colgado en la pared de una cocina cuyo olor me hizo enfermar.
Se aferró a una pierna del caminante y dijo "quédate" una vez más, pero,
¿Quién querría quedarse a verla berrear? ¿Quién soportaría mirarla arrancarse uno a uno los cabellos, rebanarse los dedos y rasguñarse el pecho, para después limpiarse en el mismo delantal?
Se abrazó a sus pechos fríos, y frotaba su barbilla contra sus hombros, con un gesto de ternura.
Derramó otra lágrima y de su garganta nació un sollozo antes de gritar:

"¡QUÉDATE!"

Ni el aire permaneció ahí, pues sentía como poco a poco se le escapaba de los pulmones,
el silencio se esfumó, pues el llanto llenó la habitación por horas.
Yo me fui, pues de cualquier modo nadie había notado mi presencia,
y el caminante siguió andando, matándole el alma en cada huella.



miércoles, 20 de febrero de 2013

Sabor a traición / Otra charla con mi subconsciente.

Has pasado tanto tiempo lamentándote por una mala jugada del destino, que acabaste por perder la noción del tiempo. Las palabras se hacen ríos de sangre en los que te metes a pesar de las manchas, los recuerdos son marcas en los huesos hechos con fierros calientes. Eres cenizas, polvo, eres veneno en los labios de una musa amada por todos. Incluso me atrevo a decir que te asemejas a la mierda que embarrada en las paredes de un baño público: inmensamente desagradable, pero jamás se puede apartar la vista de ella.

Se te ha marcado en el rostro el paso de los años, en las pronunciadas ojeras de tu cara habitan algo que parecen ser dos globos oculares, perdiste el brillo, la decencia, el amor propio y hasta la identidad. Tu cuerpo / tus besos; emanan un calor insoportable, como el de una prostituta con fiebre y mal aliento, y tu sexo se ha vuelto tan tibio que el mismo Dios a quien veneras te escupiría de su boca.

Eres repugnante, y no hablo sólo por mí cuando te digo que no inspiras otra cosa mas que lástima... Lástima y asco.


lunes, 21 de enero de 2013

La primera del olvido / Recuento del daño.

Otro día ha pasado, y la verdad es que no me siento mejor
en la piel se me ha marcado este año, entre arrugas y cicatrices
se me enmudeció la voz, y se me apagaron los ojos
y en mi mente no quedan más que pedazos de recuerdos

Cosas bonitas, migajas de ti
dolor de otoño, sin ganas de seguir
heridas, libros, café, amigos
sangre, lágrimas, sonrisas fingidas
más café y un etcétera que no se acaba

Con tu fantasma vino el insomnio
pesadillas, recortes de revistas
dislexia, música triste y algo de violín,

¿Qué pasaría si...?

Ya no pasaría nada, ya no tengo las fuerzas para ir mas allá, mis ojos quemados ya no ven al horizonte, la sonrisa fingida se instaló en el mundo de lo que todos esperan que sea, y yo aquí, sintiéndote, llorándote, temiéndote; siendo tuya en carne, huesos y espíritu. "Nunca voy a hacerte feliz", y te equivocaste, fui más feliz que cualquiera, más débil que ninguna. Pero siempre he sido susceptible a tu palabra, al rose de tu lengua con tus dientes y el constante seseo pronunciado. Hoy te lloro una vez más, y no digo que sea la última vez, es la primera...

La primera del olvido.


domingo, 9 de diciembre de 2012

Antes de que se acabe el año.

Antes de que se acabe el año, antes de que me olvides, antes de ir a dormir, antes de salir de viaje... Recuerda que esto es torpe, tú y yo no seguimos un margen, seguimos conectados, no pretendas borrar esto. Es amoréxico, de verdad loco, apasionado el arte de observarnos y no besarnos.

Quisiera saber a qué jugamos, esta jugada en el limbo del amor debe ser una venganza loca. Seguro antes de que acabe el año te vas a disculpar. Sabemos que hubo desacuerdos, nuestro corazón habla, y tienes razón, no sé qué haces ahí sin mí.

Y antes de que esto muera, sólo recuerda que te dije cuando no tenía ganas de nada: Quien me inspiró a seguir adelante fuiste tú. Antes de que acabe el año, regresa conmigo... No puede ser tan malo.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Hope.

Nunca pensé que volvería a sentir que mis piernas son de papel, que las rodillas me suenan como maracas solo por saber que me mirabas. Me veía en tus pupilas y la luna menguaba para sonreírnos, buscabas un pretexto para tomar mi mano. Mientras el pulso se me aceleraba, ya no era BUM BUM, sino que zumbaba.

Contenía el aire con tu rostro cerca del mío, moría de miedo de que se escapara algún suspiro, alguna mirada reveladora que diera paso a la emoción, esa montaña rusa en el estómago y las manos frías, nerviosas, desobedientes. Observaba tu cara, las perlas blancas que forman tu sonrisa, el dulce tono de tus labios y dentro de mí bailaba con la melodía de tu voz.

Te acercaste y mi mente gritaba "No te vayas sin besarme hasta los huesos", pero me acobardé y evadí el momento. Sellaste la velada con un beso ligero, en las comisuras de mis labios. Dicen que ya era momento, que lo merezco, que será bueno. Dicen que tiene un nombre, que vivo en sus adentros, que lo desperté a vivir. Todos ponen en el su confianza, yo espero, yo creo, yo siento; ya lo he llamado "esperanza".

Vagaba sin rumbo siguiendo el olor de tu ropa, fantaseaba con la miel de tus dorados cabellos. Me he vuelto infinita agotando tu recuerdo; y ya no pude encontrarme, sigo perdida en tus ojos...

lunes, 29 de octubre de 2012

No sé.

Un alma rota no deja de penar hasta que logra su cometido: descansar en paz.

Eres la comezón en una herida que aún está abierta, eres la sensación de sofoco bajo el agua, eres el nudo en la garganta delante de un público grande.

Blanca mujer, si supieras cuánto anhelo que tomes mi vida, que sanes la herida que no deja de sangrar. Que me regales una sonrisa con tus dientes aperlados, como señal de que esta vez sí me cubrirás con tu manto de noche sin luna.

jueves, 25 de octubre de 2012

Verte dormir;



Tomo la pluma y empiezo cada carta diciéndote un "Hola" mientras empiezo otra, termino por llenar una bolsa de papeles destinada a ti, con el mismo remitente. Pasan las horas, la hoja sigue en blanco, teniéndote de frente es todo lo contrario; pero es que tengo miedo de que falte algún punto, quiero hacerlo bien, no como el resto del mundo.

Quiero que te enteres que un "perdón" no pretendo, que no me perdones, seguro que lo entiendo. Quiero que te enteres que el error que cometí, lo hice por mí, POR AMOR A MÍ. Porque sé que tú por amores no te paras, lindos como tú acaparan las miradas. Yo me retiré, no porque no me importaras, sino porque todo lo que hacías me mataba.

Y me dejaste con el corazón en pedacitos chiquititos chiquititos, que si miras con un microscopio no los puedes ver. No soy tu mujer, y aún así el adiós llegó al amanecer. Porque tú como yo pides libertad a gritos,  nunca lo entendí porque no era así. Yo solo quería que tu fueras para mí y por consecuencia, ser lo mismo para ti.

Porque todo por servir se acaba, dijo mi abuelita, pero nunca dijo lo cabrón que se sentía, que llorabas ácido que quema mejillas, y un sabor a sal que perdura todo el día. Y esos besos con esa boquita, quedan atrapados como aquella primer cita. Yo solo quería mirarte dormir, quería imaginar que pensabas en mí. Pero todo acabó y hoy te miras tan bien que si vuelves conmigo no sé qué hacer, porque nunca supe lo que te necesitaba y tú nunca entendiste todo lo que te anhelaba.

Mientras tanto mi mundo se cerraba, volvía todo lo que no quería que me regresara. Mi oxígeno perdía y de ti yo no sabía, porque ni una llamada tuya yo me merecía. Había jurado que por ti no sufriría, pero este pendejo corazón es tan idiota, que sigue esperando a que le llegues y al final del día siempre se queda en la nada.

Yo estoy gozando de un coraje momentáneo, pero estoy acostumbrada por tanto que he pasado, de todo siempre salgo aunque no siempre ilesa, tengo orificios de cañón por cada beso. En cada parte de mi cuerpo quedó con tu boca. Mientras te esperaba, más te me alejabas, de que te adoraba tu no lo recordabas, siempre las mejores excusas encontrabas.

Yo no soy Dios ni pretendo dar el kilo para merecerte, para enamorarte. Ya para qué extrañarte cuando es pérdida de tiempo, no creo que llorando pueda regresar el sueño de verte dormido, en un espejo reflejados, tu cara, mi cara, dos almas encontradas. No me queda nada más que en la cabeza, de tanto pensarte se acabaron las ideas.

Sobra decirte que te quiero todavía, y que como yo nadie llegará a tu vida, que tu sonrisita conmigo brillaba, que muy en el fondo sí me consta que me amabas. Que cada vez que conmigo te peleabas, al pendiente de mis tweets estabas, que cualquier pendeja que te llegue en el futuro, la compararás conmigo, yo te lo aseguro.

Mas sin embargo, si entiendes el mensaje y se me quita el coraje, buscamos kola-loka y pegamos los pedazos chiquititos chiquititos que si miras con un microscopio no los puedes ver, y empezamos otra vez y a la carta que te escriba, le pondré "Posdata: Plis, llámame, mi vida. Que no quiero estar ningún puto día sin ti." y al final el cuento terminará muy feliz...

domingo, 21 de octubre de 2012

Regresa, regresa, regresa.

He aprendido a maldecir la hora en que aprendí a volver el tiempo atrás, tan fácil como presionar un botón y hacer una regresión de varios cientos de lunas, poco más de 365. Vuelves y te encuentras en un mundo diferente, donde nada es igual, y te encuentras a ti misma en diferentes circunstancias.

Vuelves y te encuentras aún más rota de lo que estás hoy, ves a la vida pasar entre almohadas remojadas y ojos hinchados, cortes de cabello, tintes, ropa nueva, ropa de segunda mano y todo lo que fuera necesario para parecer cualquier cosa, menos lo que en realidad eres. Cuentas los minutos con gotas de sangre y cada día es una nueva herida que te encargas de no dejar cerrar. Luego no puedes soportarlo, decides regresar un poco más y te miras tan plena que ni siquiera puedes creer que eres tú.

Él te dio todo: salud, vida, felicidad, amor, plenitud, despertó en ti un instinto que había permanecido oculto durante toda tu vida, abrió tus piernas y te desnudó el alma; te entregaste en todas las formas posibles y eras feliz, nada mas te importaba. Un momento estabas escribiéndole cartas que nunca le ibas a entregar, y al siguiente bailabas al son de Dreams por toda la casa. ¿Acaso nunca tuviste miedo de ser quien ama más? ¿Que no sabías que tenías todas las de perder? ¿Qué nunca notaste la forma en que dejó de mirarte, dejó de escribirte, y dejó de sentirte una vez que te tuvo completamente? Me enfermas, necesitas regresar.

Bienvenida al punto neutro, ¿te gusta? tienes todo cuanto quieres en cantidades monumentales, debería ser suficiente ¿no?... Mira, publicó en tu muro, total, no le contestes, no significa nada para ti. ¿Deudas? Un libro, un café, una plática, una salida, un abrazo, "Sí", "Claro", "Cuando quieras y tengamos tiempo". ¡Ojalá te hubieras quedado ahí para siempre! Era tan fácil tratar a todos con el mismo desdén e ignorarlo no producía nada, solo ese inconfundible placer de sentirse deseada por uno más del montón...

Ya no más, no quiero volver a regresar.

martes, 18 de septiembre de 2012

Opuestos.

He intentado descifrar el caos de mi interior,
sacarme del alma las tormentas y derrochar luz.
Pero soy cobarde y débil y tu recuerdo me toma
de la mano, caminamos de vuelta a la oscuridad.

Tú: Luz artificial creada por el hombre,
fuente falsa de calor, brillo ficticio del sol
Yo: Polilla ilusa, ganas de volar cerca del sol
falso, hasta quemarse las alas,
hasta volarse los ojos.

Poeta enamorado de la luna inalcanzable,
tristeza de Octubre, lluvia de verano,
sexo en primavera, paisaje sepia en otoño
y otro crudo invierno alejado de ti.

viernes, 22 de junio de 2012

Amanecí con una erección.

Amanecí con una erección, ¡Vaya novedad! Y es que a decir verdad no recuerdo la última vez que algo así me pasaba, tomando en cuenta que siempre duermo aburrido, hastiado de la misma persona y al despertar siempre es ella quien está a mi lado. Su nombre es Ana y a sus treintaicinco años es exactamente lo que todo hombre maduro pudiera pedir. Inteligente, atractiva, audaz y con un apetito sexual casi tan místico como sus enormes ojos azules. Para mí solo tiene un defecto: es una mujer adulta y se le nota.

 Recuerdo el día en que la conocí, era perfecta: 18 años, rostro angelical. Recuerdo esos ojos azules, las pecas en sus mejillas, ese cabello color zanahoria que le llegaba en recto hasta la cintura, y su cuerpo… ¡Dios bendiga a las mujeres que nunca terminaron de desarrollarse! Cintura diminuta, pechos pequeños y firmes, y sus caderas a penas un poco más anchas que su cintura. De no haber sido porque era mi alumna, jamás le habría creído que era mayor de 14 años. Vaya suerte la mía ¿no?, digo, ¿Qué tan común es que un hombre maduro y apático encuentre a una niña con la edad suficiente como para no enviar a la cárcel a quien se la coja?

 Fuimos un par de locos, íbamos a todos lados juntos, nunca nos importó que nos vieran juntos. Adoraba llevarte al centro comercial y comprarte pantaletas con encaje en la parte trasera y corpiños de los osos cariñosos. Faldas de colegiala, calcetas de colores, playeras con las imágenes de las caricaturas más cursis, vestidos de corte infantil, muñecas y osos de peluche, entre muchas otras cosas que usábamos para ambientar nuestros juegos.

 Aún a estas alturas no logro entender cómo es que accedías a mis peticiones por más extrañas que estas fueran, no te quejabas, a menos que te lo pidiera y siempre fuiste buena para fingir sin salirte de tu papel. Perfecta actriz, quién diría que la alumna superaría al maestro, que las clases de actuación que yo impartía serían utilizadas en mi contra…

 ¿Recuerdas ese juego de ser “la ultrajada”? Cómo tus gritos pasaban de ser lastimosos y de horror, a convertirse en gemidos, jadeos de frenético placer. Era maravilloso sentirme Dios y creerme el amo y señor de tu cuerpo, me enloquecía ver tu cuerpo de niña sometido ante mi fuerza, tus pequeñas caderas golpeteando mi pelvis y tus carnosos labios rosas alrededor de mi… ¡Estúpido despertador!

 Y a pesar de todo, tu actitud no cambia, sigues enrollándote en las sábanas tras el primer timbre del despertador, sigues dormida, tu cuerpo sigue tendido en la cama y yo no puedo, ni quiero verte. Hoy su cuerpo ya no me causa nada, e incluso podría decir que me da un poco de asco tocarla, sus pechos ya no son pequeños, su cintura es extremadamente delgada en comparación con sus pronunciadas caderas y aunque no es muy notorio, las marcas de la edad comienzan a hacerse presentes en su cara, ya ni siquiera estoy seguro de que tenga pecas, no sé distinguir entre las marcas de su sonrisa y sus arrugas. Es repugnante. 

 ¡Oh, Ana! ¿Cómo fue que nos perdimos? ¿En qué momento envejeciste? ¿Cómo fue que de pronto ya no puedo dormir a tu lado sin sentir que mi estómago se revuelve? Sin embargo sé que nadie más se interesaría en mí a estas alturas, y a pesar de todo aún anhelo tu amor, tu calidez, que me despiertes con un beso de tus jugosos labios, que tu imagen vuelva a ser la misma de la que me enamoré. Analizo mis opciones y créeme, que también pienso en ti y en tu bienestar.

 Tal vez deba quererte de nuevo, tal vez deba amarte y respetarte para siempre como nos lo dijo el sacerdote en nuestra ceremonia de bodas, tal vez deba dejar de masturbarme con la fotografía de tu sobrina. Comenzar a ser normal y prepararme para ser padre, cumplir tu sueño de ser madre, vivir por y para ti. Tal vez deba ser el esposo ideal, el que se olvida de sí mismo para ser lo que todos los demás esperan y jamás fallarte… O tal vez simplemente deba dejar de pensar estupideces, y ahogarte con la almohada…

miércoles, 6 de junio de 2012

HBD

Feliz cumpleaños, no podré estar ahí en cuerpo, pero en espíritu sí. Mi lugar ocupado está ahora, no importa, tendrás muchos cumples más.

Hasta ser ancianos te celebraré, no me iré de tu lado. Moriremos después de que juntos lleguemos a la conclusión de que ya es hora de partir.

Yo no te compraré solo una rosa, toda la florería. Yo te recitaré aquel poema que no existe, todavía, mas no puedo desde acá.

Feliz cumpleaños, aún huele a ti, a ese día de otoño que ahora es gris, pues no tengo manera para regresarle el color a esta oscuridad.

Feliz cumpleaños, me quito el bombín. Con todo respeto, te deseo a ti. Nunca nadie podrá festejarte jamás, como yo lo haría.

Yo no te compraré solo una rosa, toda la florería. Yo te recitaré aquel poema que no existe, todavía. Sí, pásala bien, mas no se te olvide, es un día cualquiera; pues yo te celebraré los 365 hasta que muera. Mas no puedo desde acá :)

No words, no pain, no faith. Just you.

martes, 5 de junio de 2012

Macho.

Deja de pedirme lo que quieres & tratarme como si estuviera hecha de papel o cristal. Comienza a ser un verdadero macho, en toda la extensión de la palabra. Macho posesivo, brusco, fuerte. Macho que toma mi cuerpo de la manera en que mejor le place sin preguntar nada; macho que no tiene miedo a partirme por la mitad con tal de satisfacer su hambre carnal, sus ganas de mí.

Que un "me duele" no te detenga, por el contrario, que sea tu pretexto para seguir tal como estás, que la espada de entre tus piernas sea el arma que me lascere de afuera hacia adentro, de adentro hacia afuera.

 Tómate el tiempo necesario de quedar adolorido, de sentirte cansado, de golpear mis caderas contra tu pelvis hasta hacerme llorar, gemir, gritar de placer. Porque sé que lo deseas, porque igual lo deseo yo, porque esta vez tu princesa es quien te dice "Hoy no me hagas el amor", porque hoy quiero ser tu puta, ser cojida sin control.

lunes, 28 de mayo de 2012

Never enough;

Te quería, así exactamente como eres. Con esa facilidad que tienes de destruir las cosas. Así, con las virtudes que te agobian y no aceptas.Te quería, lleno totalmente de miedos y defectos. También a esas miradas que podían destrozar mi corazón. Puse lo mejor de mí para enamorarte: juegos de palabras, poemas y canciones. Nada funcionó. Y pensar que me querías, que solías necesitarme, solías clamar por mis letras y buscabas anhelante mi voz en cada silencio roto. Dejé de correr sin rumbo y comencé a volar al sol con los ojos vendados, no me quemo, no siento el calor.
Ahora dime qué sientes cuando escuchas mi nombre ¿A ti también se te parte el alma en dos? Favor de toques, dolor de antaño, esclavitud de ti, amor de mí.

jueves, 10 de mayo de 2012

Nunca se termina.

"A pesar de la oscuridad, lograste que la luz de luna fuera tu cómplice para pintar tu silueta de misterio y deseo, tus dedos recorrían mi cuerpo como un escalofrío, erizándome la piel, despertándo mis sentidos. Cautiva de tu abrazo te acercaste a sellar con un beso la velada, y al abrir los ojos no estabas ahí...


La realidad cayó sobre mí como un valde de agua fría. No estuviste aquí, no eras real y los kilómetros juegan a hacerme fantasear, la distancia hace el papel de dominatriz, y me lacera con los recuerdos, el tiempo es verdugo y me tortura con la espera..."

Injusto es que entre tantas letras, tanto ruido y tanto caos, no consiga olvidarme de tu guerra, tus palabras y tu voz. Detesto sentirme débil, perdida, inconclusa. Adoro sentirme querida, cálida, entera. Detesto y adoro quererte.

Te he soñado un millón de veces, he pensado en ti una vez por cada parpadeo del día, he perdido el sueño y la razón. No sé distinguir la realidad de la fantasía y a veces con los ojos bien abiertos y la sensatez perdida te he llegado a tocar, me he perdido en las siluetas, he estado frenética cuando parece que te veo bailar, entre luces te veo, en la oscuridad siento la brisa de tu aliento en mi nariz & aveces he jurado que el roce de tu cuerpo me ha hecho sudar.

No hay luz en mis ojos, no hay ritmo en mi andar, ya ni siquiera me crecen las uñas cuando mas anhelo mi piel arrancar. Me he vuelto frágil, autodestructiva, sedienta, lasciva, de eterno penar. Te busco en los libros, te encuentro en mis pechos, te araño y te muerdo; comienzo a ladrar. Te extraño, te pienso, te anhelo, tus ojos quisiera poderme robar. Me dueles, te burlas, te busco, te excusas & así sigue el cuento de nunca acabar.