viernes, 18 de noviembre de 2011

¿Alguna vez han paseado por la Glorieta de Insurgentes, en el Distrito Federal? Corrijo, ¿alguna vez se han detenido a observar, y realmente admirar dicha Glorieta?

Yo sí, y de verdad me gustaría contarles sobre eso.

Domingo, 16 de Octubre de 2011. Tras un largo paseo en Chapultepec y Zona rosa, Luz y yo decidimos pasar a ver la glorieta de Insurgentes, y debo decir que se respira un ambiente bastante ambivalente. Observabas las construcciones, unas muy vistosas, otras muy sencillas. Por otro lado, la gente: la diversidad evidente de sus maneras de pensar y de comportarse, la pareja que va altanera paseando a su perro (un perro punk), los 'skatos' cruzando de lado a lado la glorieta, e incluso los otakus sentados como muñecos por todo el lugar.

Pero hubo algo que de verdad me atrapó respecto a la glorieta y fue ese aire de tristeza que tienen los edificios abandonados de alrededor. Casi podría decir que se siente la ira, la furia, o hasta el relajo que traían los grafiteros a la hora de "decorar" todas las ventanas de los edificios, y fue obvia la melancolía, se asomaba peligrosa la nostalgia por mis ojos grafiteados. Se sentía el frío de la desolación por un lado y el calor de la compañía y la diversidad por el otro.

Definitivamente fue un paseo digno de recordar.

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