domingo, 6 de noviembre de 2011

I miss you. Bastard.


Y pensar que memorizé tu cara con mis manos, cada arruga, cada poro, aprendí a identificar tu sonrisa sin verla y hoy no haces más que doler.
Las uñas clavadas en el pizarrón, se deslizan una y otra vez. Llenen la cabeza de ruido, no me permitan pensar en él.
Y con gritos pretendo llenar el agujero que hay en mi pecho. Con lágrimas ahogar mis ojos para no verlo más.
Ahora hay sólo lamentos donde antes había ilusiones, hay repulsión donde antes había ternura, hay cenizas donde había un corazón.

Espero que el tiempo & la vida me devuelvan el doble de lo que he perdido, ningún dolor es eterno, & yo sanaré, así sea lo último que haga.

Mi sangre es tinta. Por eso de mis venas fluyen letras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario