jueves, 24 de junio de 2010

Bus

De camino a casa, decidí romper con la convencionalidad & tomar un autobús, intenté concentrarme en otra cosa que no fuera la lluvia callendo sobre el parabrisas, pero fallé en el intento, ¿Cómo iba a lograrlo aún sabiendo mi afición por la lluvia?

Fue entonces que noté que el autobús iba a una velocidad mucho mayor de lo acostumbrado, & me desconcerté un poco, sin embargo no aparté ni por un momento la mirada del parabrisas, traté de ignorar el hecho de que cada minuto que pasaba, un pasajero desaparecía & el camión aumentaba la velocidad, & luego sucedió, desvié por completo mi concentración hacia el velocímetro; el conductor no dejaba de acelerar & entonces noté el ascenso de la manecilla; 60 km/h; 80 km/h; 120 km/h.

Contuve la respiración, podía sentir como el asiento me retraía a causa de la velocidad. Estaba aterrada, sin embargo la adrenalina corría por mis venas de una manera indescriptible, sentía mi corazón encogerse por la presión del autobús en combinación con las altas velocidades, pero estaba emocionada; volvería a vivirlo una & otra vez de ser posible, olvidé el mundo por un instante, olvidé el dolor, el mal sabor de boca que dejan las desiluciones & sentí tocar el cielo...

& luego, tuve que bajar, la realidad estaba a la vuelta de la esquina & el paseo había terminado :)

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