No hay palabras para describirlo, su rostro se niega a cualquier adjetivo, su piel pálida es enervante, casi tanto como sus enormes ojos, son tan expresivos, a pesar de las profundas ojeras que lleva, el insomnio es su mejor amigo, al igual que el mío & en lo personal adoro ver sus pupilas dilatadas dentro de ese charco de miel, su cabello es tan lacio, asemeja a cascadas, hermosas cascadas negras, que cubren sus orejas, pero nunca su rostro. Su cuerpo es delgado, & adoro que sea así, me gustan los hombres tan delgados como alfileres, adoro sentir que podría romperse con cada paso que dé, sin embargo, sus brazos lucen fuertes, acogedores, esto es peligroso. Tiene la finta de lo que me gusta, tiene la personalidad que me cautiva, & siento que es el diablo, Samael está persiguiéndome transfigurado en algo a lo que no podría negarme. Su silencio es lo mas llamativo, como calla & de pronto no puedo escuchar al mundo, quiero simplemente sumergirme en su mundo, entrar de un clavado en el charco de miel & ahí quedarme, su silencio es reconfortante & yo soy una enferma.